Tuesday, July 10, 2007

Logran avances más allá de la frontera


En proyectos separados, Francisco Díaz-Mitoma, en la Universidad de Otawa, en Canadá, y Roberto Trujillo, en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, prueban con éxito vacunas contra el VIH y esperan pronto comenzar los estudios en humanos

Ricardo Cerón
El Universal
Martes 10 de julio de 2007
Dos de las vacunas más prometedoras para combatir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) son actualmente desarrolladas por un par de científicos mexicanos que como otros cientos de investigadores, dejaron el país hace más de una década por falta de apoyo y escasa infraestructura científica.

En proyectos separados, Francisco Díaz-Mitoma, en la Universidad de Otawa, en Canadá, y Roberto Trujillo, en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, prueban con éxito vacunas contra el VIH y esperan pronto comenzar los estudios en humanos.

Ellos, al igual que otros 46 científicos mexicanos que hoy radican en el extranjero, participan en una jornada informativa de la Red de Talentos Mexicanos, organizada por el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, con el objetivo de crear vínculos entre ellos para, luego, desarrollar proyectos de cooperación con instituciones mexicanas.

Líderes en campos como la electrónica, telecomunicaciones, nanotecnología o biotecnología en diferentes centros de investigación o universidades del extranjero, los científicos mexicanos buscan, a través de esta red, retribuir en parte la formación que México les brindó, pero que por falta de oportunidades les obligó a migrar.

Francisco Díaz-Mitoma, quien después de cursar 11 años de posgrado en el extranjero, no encontró un empleo para aprovechar sus preparación en México en la década de los 80, hoy desea que los conocimientos generados en Canadá sean aplicados en México.

“En marzo o abril de 2008 haremos los estudios clínicos en humanos para probar un par de vacunas: contra la influenza y el VIH, y nos interesa traer esta tecnología a México y hacer pruebas clínicas aquí”.

Ex discípulo del investigador René Drucker Colín, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Díaz-Mitoma precisa que su grupo de investigación desarrolló un método para elaborar vacunas contra virus cambiantes como los de la hepatitis C, influenza o sida, que causan graves estragos a la salud en todo el mundo.

A través de convenios de colaboración con las universidades de California en Davis y de Harvard, el científico mexicano precisa que en pruebas con ratones y monos, las vacunas han demostrado proteger contra una gran diversidad de cepas de virus de influenza y sida, respectivamente.

En tanto, Roberto Trujillo, director para América Latina de Investigación en Neurovirología del Instituto de Virología Humana, en la Universidad de Maryland, en Baltimore, trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el VIH junto con Robert Gallo, codescubridor de ese virus.

Se trata de una vacuna elaborada a partir de anticuerpos, que a diferencia de las inyecciones tradicionales, no suministra el virus atenuado, sino anticuerpos neutralizantes, los cuales bloquean el ingreso del Virus de la Inmunodeficiencia Humana en las células.

El científico, quien recientemente fue designado uno de los 15 consejeros de Salud para Bioterrorismo por el gobierno de Estados Unidos, explicó que se han obtenido resultados muy positivos en pruebas con animales por lo que espera en unos meses poder iniciar las pruebas clínicas.

A pesar de trabajar en el extranjero, ambos científicos mantienen contacto con México y con científicos del país, con quienes han realizado algunos convenios de colaboración.

“Mi contribución con México ha sido la creación de una red de hospitales hermanos, con la cual el Hospital del Niño de Otawa, donde laboré, trabaja con los hospitales Civil de Guadalajara y del Niño Oaxaqueño, con el intercambio de tecnología, donación de equipo y entrenamiento de personal”, dijo Díaz-Mitoma.

A su vez, Roberto Trujillo apoyó la construcción del primer edificio para el cultivo del virus del sida en la Universidad Autónoma de Nuevo León y para la conformación del Instituto de Virología Humana en el Hospital Civil de Guadalajara.

“Siento que si hace dos décadas, cuando era estudiante en la Universidad Autónoma del Estado de México, hubiéramos tenido esa cooperación y la actual infraestructura científica, no hubiera salido del país”.