Thursday, April 24, 2008

Cuatro de cada diez no ejercen su profesión en México: Rodolfo Tuirán



El encargado de la educación superior sostuvo pasarán 20 años antes de que México alcance la cobertura que tienen los países desarrollados. Foto: Notimex


El 45% de los universitarios del país trabaja en áreas distintas paralas cuales se preparó, sostuvo el funcionario, quien anunció la creaciónde 25 instituciones de enseñanza superior en este 2008 para cumplirasí la meta de ofrecer 100 mil nuevos lugares anualmente
Cerca de 45 por ciento de los profesionistas en México trabaja en una actividad distinta a su carrera universitaria, señaló el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, al reconocer que esa cifra demuestra un serio problema de orientación vocacional y de oferta educativa para la juventud.
Comentó que actualmente México sólo ofrece una cobertura universitaria para 25 por ciento de sus jóvenes y tendrán que pasar más de 20 años para que el país pueda llegar a una cifra del 60 por ciento, que actualmente logran Argentina o los países de la Unión Europea.
En entrevista con Excélsior, el funcionario más cercano a la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, indicó que una de las apuestas del sexenio en esta materia son las universidades tecnológicas que ofrezcan carreras más ligadas a las necesidades del sector productivo y mayores opciones laborales.
Informó que tan sólo en este año, la SEP creará 25 instituciones de Educación Superior, de las cuales 12 serán institutos tecnológicos descentralizados, seis universidades politécnicas, cinco universidades tecnológicas, un instituto tecnológico federal y una universidad intercultural.
Descartó que en breve pueda crearse en las universidades un esquema de evaluación similar a la prueba ENLACE y manifestó que el reto es crear antes de 2012 un espacio común de universidades públicas y privadas donde puedan revalidarse estudios entre una u otra.
El funcionario indicó que tan sólo en este año, la SEP destinará cuatro mil millones de pesos para “asegurar la calidad y oferta” en educación superior, particularmente a través del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) y de apoyos directos a las universidades y tecnológicos públicos estatales.
—¿Cuál es la prioridad en educación superior para México?
—Hay varias aristas muy relevantes, una de ellas tiene que ver con el tema de cobertura. No hay cobertura adecuada si no está acompañada en esfuerzos de calidad, pertinencia y equidad. Estamos hablando de la creación de 25 universidades de educación superior, pero también de la extensión de ocho universidades ya creadas. Cada año tenemos la responsabilidad de aumentar la matrícula de educación en aproximadamente 100 mil nuevos lugares entre las instituciones de educación superior.
“Tenemos un enorme rezago en la materia: actualmente sólo uno de cada cuatro jóvenes en edad de asistir a la universidad están participando en la educación superior y cuando nos comparamos con otros países, la realidad es muy dura. Países con desarrollo similar tienen niveles de cobertura al doble que nosotros: Argentina tiene 65 por ciento de cobertura universitaria, Chile de 50 por ciento, y en la OCDE el promedio de cobertura es de 65 por ciento y en Estados Unidos y Canadá los niveles de cobertura son del 80 y 60 por ciento. Estamos ante un rezago enorme y nuestro reto es alcanzar un nivel de cobertura de 30 por ciento en el 2012, 45 por ciento en el 2020 y 60 por ciento en el 2030.”
—¿Es de interés para la SEP fomentar el estudio de carreras tradicionales como filosofía, pedagogía, derecho, economía o enfocarse sólo a las universidades tecnológicas?
—No estamos dejando de lado ninguna posibilidad, estamos apoyando también a las universidades autónomas federales y estatales para que se expandan con unidades y campos, estamos apoyando hoy en día a ocho universidades en este esquema y también estamos apoyando pequeñas universidades o pequeños tecnológicos, pero al mismo tiempo apoyando a las universidades públicas y federales.
—Pero, ¿las universidades no se han enfocado más a carreras de humanidades que a ingenierías, desfasándose de las necesidadesdel país?
—En México tenemos un problema de pertinencia y hay dos indicadores que lo muestran. Primero, que 45 por ciento de los profesionistas en el mercado laboral están desarrollando ocupaciones diferentes para las cuales fueron formados, ese es un primer indicador que la cosa no es tan fácil; y otro indicador tiene que ver con el hecho de que hoy en día cerca del 35 y 45 por ciento de la matrícula todavía sigue integrada por carreras relativamente tradicionales: abogados, administradores de empresas, especialistas en mercadotecnia, contadores públicos, entonces esto nos alude a la existencia de un problema que obliga a la diversificación de la oferta educativa. Hay que identificar qué carreras son necesarias para el desarrollo local y nacional y es evidente que necesitamos más ingenieros para los campos petroleros, necesitamos formar cada vez más ingenieros en robótica, la biotecnología y muchas otras áreas.
—Entonces, ¿hay un problema serio de orientación vocacional en el sistema educativo?
—Si la vocación no la identificamos a tiempo termina siendo un problema relevante, estamos coordinando acciones con la educación media superior para ver de qué manera se le provee a los adolescentes y jóvenes información adecuada para que puedan elegir la carrera más adecuada a sus intereses y para que aprendan a leer las necesidades del mercado y adecuar las vocaciones con las necesidades locales y regionales, es una decisión personal, pero que tiene que tomar en cuenta las necesidades del mercado evidentemente.
—¿Podrán ampliar la cobertura en educación universitaria, cuando el embudo está en la educación media superior, donde no alcanzan las preparatorias?
—La cobertura de la educación media superior en el país debe de andar en el 60 por ciento para los jóvenes de entre 15 y 20 años y aspiramos llegar al 68 por ciento al finalizar el sexenio y es claro que cualquier avance en la educación superior está atado y vinculado estrechamente a lo que ocurra con la educación media superior, y estamos conscientes que se requiere un impulso, pues actualmente hoy tenemos una demanda de dos y medio millones de estudiantes en educación superior y esperamos llegar a 3.3 millones en el año 2012.
—Usted se refiere a la cobertura, pero ¿qué pasa con la calidad de la educación universitaria?
—Estamos perfeccionando la evaluación, todavía estamos lejos de alcanzar programas de buena calidad en toda la matrícula de la educación superior, pero hoy en día 40 por ciento de nuestros estudiantes están en esa situación y también debemos hacer un esfuerzo en las instituciones particulares y multiplicar por cuatro nuestra supervisión a estas instituciones para terminar en tres años.
—¿Podrán llegar a las universidades esquemas de evaluación universal como la prueba ENLACE?
—Hay quienes piensan que en educación superior pueden evaluarse competencias genéricas, como la prueba de PISA; ya hay una discusión inicial en este sentido, pero es prematuro, porque las distintas carreras no necesariamente se compaginan con modelos basados en el enfoque de competencias, que es pertinente quizá para la educación tecnológica. Ponernos de acuerdo en cuáles son las competencias genéricas en la educación superior no es tarea fácil.
—¿Cómo están trabajando en la revalidación de créditos, si alguien estudia en la UAM y quiere pasarse al Politécnico, esto es realmente un problema, no?
—Es un tema muy relevante para la educación superior y es un tema que, por ejemplo, se discute en Europa a través del Proceso de Bolonia, que es la creación del espacio común de la educación superior en la Comunidad Europea, donde en 2010 todos los países van a funcionar con un reconocimiento de los estudios.
“En México ya estamos trabajando primero en la educación superior tecnológica, fundamentalmente con los institutos tecnológicos, universidades tecnológicas y politécnicas, para garantizar que haya reconocimiento de los programas de estudios y posibilidades de movilidad de los estudiantes; una vez que lo logremos en ese espacio será más fácil avanzar en las universidades públicas estatales o federales; estamos avanzando, no lo estamos haciendo con la velocidad que queremos, pero esperamos llegar hacia el año 2012 con una buena parte del camino andado en las tecnológicas y en universidades estatales como la Veracruzana, como la de San Luis, la de Guadalajara.”
Cerca de 45 por ciento de los profesionistas en México trabaja en una actividad distinta a su carrera universitaria, señaló el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, al reconocer que esa cifra demuestra un serio problema de orientación vocacional y de oferta educativa para la juventud.
Comentó que actualmente México sólo ofrece una cobertura universitaria para 25 por ciento de sus jóvenes y tendrán que pasar más de 20 años para que el país pueda llegar a una cifra del 60 por ciento, que actualmente logran Argentina o los países de la Unión Europea.
En entrevista con Excélsior, el funcionario más cercano a la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, indicó que una de las apuestas del sexenio en esta materia son las universidades tecnológicas que ofrezcan carreras más ligadas a las necesidades del sector productivo y mayores opciones laborales.
Informó que tan sólo en este año, la SEP creará 25 instituciones de Educación Superior, de las cuales 12 serán institutos tecnológicos descentralizados, seis universidades politécnicas, cinco universidades tecnológicas, un instituto tecnológico federal y una universidad intercultural.
Descartó que en breve pueda crearse en las universidades un esquema de evaluación similar a la prueba ENLACE y manifestó que el reto es crear antes de 2012 un espacio común de universidades públicas y privadas donde puedan revalidarse estudios entre una u otra.
El funcionario indicó que tan sólo en este año, la SEP destinará cuatro mil millones de pesos para “asegurar la calidad y oferta” en educación superior, particularmente a través del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) y de apoyos directos a las universidades y tecnológicos públicos estatales.
—¿Cuál es la prioridad en educación superior para México?
—Hay varias aristas muy relevantes, una de ellas tiene que ver con el tema de cobertura. No hay cobertura adecuada si no está acompañada en esfuerzos de calidad, pertinencia y equidad. Estamos hablando de la creación de 25 universidades de educación superior, pero también de la extensión de ocho universidades ya creadas. Cada año tenemos la responsabilidad de aumentar la matrícula de educación en aproximadamente 100 mil nuevos lugares entre las instituciones de educación superior.
“Tenemos un enorme rezago en la materia: actualmente sólo uno de cada cuatro jóvenes en edad de asistir a la universidad están participando en la educación superior y cuando nos comparamos con otros países, la realidad es muy dura. Países con desarrollo similar tienen niveles de cobertura al doble que nosotros: Argentina tiene 65 por ciento de cobertura universitaria, Chile de 50 por ciento, y en la OCDE el promedio de cobertura es de 65 por ciento y en Estados Unidos y Canadá los niveles de cobertura son del 80 y 60 por ciento. Estamos ante un rezago enorme y nuestro reto es alcanzar un nivel de cobertura de 30 por ciento en el 2012, 45 por ciento en el 2020 y 60 por ciento en el 2030.”
—¿Es de interés para la SEP fomentar el estudio de carreras tradicionales como filosofía, pedagogía, derecho, economía o enfocarse sólo a las universidades tecnológicas?
—No estamos dejando de lado ninguna posibilidad, estamos apoyando también a las universidades autónomas federales y estatales para que se expandan con unidades y campos, estamos apoyando hoy en día a ocho universidades en este esquema y también estamos apoyando pequeñas universidades o pequeños tecnológicos, pero al mismo tiempo apoyando a las universidades públicas y federales.
—Pero, ¿las universidades no se han enfocado más a carreras de humanidades que a ingenierías, desfasándose de las necesidadesdel país?
—En México tenemos un problema de pertinencia y hay dos indicadores que lo muestran. Primero, que 45 por ciento de los profesionistas en el mercado laboral están desarrollando ocupaciones diferentes para las cuales fueron formados, ese es un primer indicador que la cosa no es tan fácil; y otro indicador tiene que ver con el hecho de que hoy en día cerca del 35 y 45 por ciento de la matrícula todavía sigue integrada por carreras relativamente tradicionales: abogados, administradores de empresas, especialistas en mercadotecnia, contadores públicos, entonces esto nos alude a la existencia de un problema que obliga a la diversificación de la oferta educativa. Hay que identificar qué carreras son necesarias para el desarrollo local y nacional y es evidente que necesitamos más ingenieros para los campos petroleros, necesitamos formar cada vez más ingenieros en robótica, la biotecnología y muchas otras áreas.
—Entonces, ¿hay un problema serio de orientación vocacional en el sistema educativo?
—Si la vocación no la identificamos a tiempo termina siendo un problema relevante, estamos coordinando acciones con la educación media superior para ver de qué manera se le provee a los adolescentes y jóvenes información adecuada para que puedan elegir la carrera más adecuada a sus intereses y para que aprendan a leer las necesidades del mercado y adecuar las vocaciones con las necesidades locales y regionales, es una decisión personal, pero que tiene que tomar en cuenta las necesidades del mercado evidentemente.
—¿Podrán ampliar la cobertura en educación universitaria, cuando el embudo está en la educación media superior, donde no alcanzan las preparatorias?
—La cobertura de la educación media superior en el país debe de andar en el 60 por ciento para los jóvenes de entre 15 y 20 años y aspiramos llegar al 68 por ciento al finalizar el sexenio y es claro que cualquier avance en la educación superior está atado y vinculado estrechamente a lo que ocurra con la educación media superior, y estamos conscientes que se requiere un impulso, pues actualmente hoy tenemos una demanda de dos y medio millones de estudiantes en educación superior y esperamos llegar a 3.3 millones en el año 2012.
—Usted se refiere a la cobertura, pero ¿qué pasa con la calidad de la educación universitaria?
—Estamos perfeccionando la evaluación, todavía estamos lejos de alcanzar programas de buena calidad en toda la matrícula de la educación superior, pero hoy en día 40 por ciento de nuestros estudiantes están en esa situación y también debemos hacer un esfuerzo en las instituciones particulares y multiplicar por cuatro nuestra supervisión a estas instituciones para terminar en tres años.
—¿Podrán llegar a las universidades esquemas de evaluación universal como la prueba ENLACE?
—Hay quienes piensan que en educación superior pueden evaluarse competencias genéricas, como la prueba de PISA; ya hay una discusión inicial en este sentido, pero es prematuro, porque las distintas carreras no necesariamente se compaginan con modelos basados en el enfoque de
competencias, que es pertinente quizá para la educación tecnológica. Ponernos de acuerdo en cuáles son las competencias genéricas en la educación superior no es tarea fácil.
—¿Cómo están trabajando en la revalidación de créditos, si alguien estudia en la UAM y quiere pasarse al Politécnico, esto es realmente un problema, no?
—Es un tema muy relevante para la educación superior y es un tema que, por ejemplo, se discute en Europa a través del Proceso de Bolonia, que es la creación del espacio común de la educación superior en la Comunidad Europea, donde en 2010 todos los países van a funcionar con un reconocimiento de los estudios.
“En México ya estamos trabajando primero en la educación superior tecnológica, fundamentalmente con los institutos tecnológicos, universidades tecnológicas y politécnicas, para garantizar que haya reconocimiento de los programas de estudios y posibilidades de movilidad de los estudiantes; una vez que lo logremos en ese espacio será más fácil avanzar en las universidades públicas estatales o federales; estamos avanzando, no lo estamos haciendo con la velocidad que queremos, pero esperamos llegar hacia el año 2012 con una buena parte del camino andado en las tecnológicas y en universidades estatales como la Veracruzana, como la de San Luis, la de Guadalajara.”