Monday, July 13, 2009

Lila Downs triunfa en Festival de Jazz de Montreal



La cantante de padre estadounidense y madre oaxaqueña ofreció una velada redonda, con lo mejor de su repertorio y una conexión especial con el público
Emotiva y llena de reminiscencias mexicanas que llegaron al llanto con la ejecución de "Paloma negra" , se presentó anoche aquí la intérprete mexicano-estadounidense, Lila Downs, para conquistar a cientos de personas que abarrotaron el Club Soda.
La cantante de padre estadounidense y madre oaxaqueña ofreció una velada redonda, con lo mejor de su repertorio y una conexión especial con el público, buena parte de él latino, que estalló en euforia y aplausos desde las primeras notas.

Acompañada por una banda de virtuosos en todos los instrumentos, Downs hizo gala de voz y estilo; de talento y presencia en un escenario al que supo "incendiar" desde el inicio, cuando las notas de "Black magic woman" y el sonido al más puro estilo de Carlos Santana llamaron poderosamente la atención de la concurrencia, apretujada en el breve espacio del centro nocturno que la recibió.

Un juego de luces que confluyó al centro del escenario en un círculo donde se proyectaron imágenes relacionadas con los temas, y la propia intervención de la Downs en escena, enriqueció el performance que fue hacia todas las direcciones, visitando géneros, creando mezclas interesantes, llenas de influencias del latin jazz; mexicanas (son, cumbia, norteñas) , porteñas, andinas y hasta árabes.
"Agua de rosas" bajó la intensidad del primer momento, pero se volvió a elevar con "Yo envidio al viento" y "Los pollos" , un son veracruzano que arrancó un anónimo "Viva México!".

Para entonces ya habían sonado juntas diferentes guitarras, el saxofón y la flauta, con el cajón, las percusiones y más, instrumentos con los que también pidió "Justicia" , tema que habla del sueño compartido que no tiene nacionalidad o status.
Luego vendría "Tiempo de luz" , con la que recordó a Mercedes Sosa y su sonido andino, acentuado por el cajón; "Ojos de culebra" -como se llamó su espectáculo- y "Silent thunder" , que hicieron al público corear algunas letras y contonearse a diferentes ritmos, y aunque no en todos los casos eran letras conocidas de cada uno de los presentes, igual provocaron el alboroto.

De pronto se hizo el silencio y detrás de Downs apareció proyectada la Cantina del Río de la Plata, lugar de tradición en el centro de la Ciudad de México, un mesero pasó junto a ella con un tequila y la nostalgia no se pudo contener.
Entonces el griterío se volvió catarsis y las notas de "Paloma negra" , emblemático tema mexicano para adoloridos, desencadenaron una reacción en cadena, un gran coro de nostálgicos latinos, muchos de ellos mexicanos.

"Ya me canso de llorar y no amanece..." decía la voz de Downs, mientras las imágenes se confundían en la pantalla y la piel de muchos se erizaba, al tiempo que crecía el coro de "Ya agarraste por tu cuenta la parranda./ Paloma negra, Paloma negra/ eres la reina de un penar".

Una prolongadísima nota pretendió cambiar la nostalgia por el asombro, pero tras el aplauso por la destreza, el público continuó extasiado en el canto que lo transportó a su tierra, con su gente y el tequila, para culminar en un gran coro que al final nadie contuvo.

Lila, quien no obstante el recibimiento de diva que le dio el público se había mantenido discreta, haciendo sólo unos breves comentarios en inglés o francés, según la canción, tampoco se contuvo y les aplaudió la respuesta.
"Qué bonito!" , añadió, para luego hablar de las mujeres de Oaxaca y volverle a poner euforia a la noche con "La cumbia del mole" , que puso a bailar a la concurrencia de la parte baja del "antro" , a ritmo del acordeón.
Le seguiría "La Sandunga" , con la que pretendía despedirse, pero el público ya se había desbordado y la hizo volver al escenario para interpretar "Perro negro" y "Laila" , ésta última que recordó los cabarets de los años 50 del siglo XX.
Tras algunos minutos de aplausos hubo una nueva aparición, ahora para interpretar la alegre "Tacha" y la más pedida de la noche, "La llorona" , con ese estilo que sólo Lila Downs puede imprimirle, el mismo que le ha valido ser considerada por la crítica como la sucesora de Chavela Vargas.

Una nueva ovación pretendía retenerla en el escenario, pero las luces y el cambio de música advirtieron que eso no sucedería más, así que la gente, complacida, emprendió la retirada y vació el inmueble del boulevard Saint Laurent, para incorporarse a otros escenarios de Saint Catherine, donde la 30 edición del Festival Internacional de Jazz está ya en su recta final.

Este sábado está programada la aparición de otros tres representantes mexicanos: el grupo Sacbé que, al lado de Jean Pierre Zanella, tocará en L'Astral; Héctor Infanzón hará su debut en el Canadá Trust, y Los de Abajo pondrán el broche de oro a la noche en el Scene Bell, uno de los principales escenarios del encuentro, donde se espera que, como cada noche, confluyan miles de personas.

La mexicana Magos Herrera hará lo propio el domingo, en el escenario de la CBC Radio Canadá, a unos metros del Scene Bell, y de la nueva Casa del Jazz, unas horas antes del cierre, a cargo de los cubanos de Afro Cuban All Stars y Los Van Van.