Parece inalcanzable, pero no. Un buen conocimiento del inglés, excelentes calificaciones y alma de líder en su barrio o su escuela y las puertas de la Universidad de Yale pueden estar abriéndose para usted. “Queremos estudiantes brillantes, con un gran corazón y espíritu de líderes” es el eslogan de este centro superior.
Yale, sinónimo de excelencia, hace seis años cumplió su tercer centenario y decidió pulir esa imagen de “imposible” buscando acercarse más a lo que siempre ha hecho: preparar a los líderes del mundo, pero esta vez incluyendo a quienes no tienen las posibilidades económicas de pagar los estudios en ese centro superior.
A esto es lo que se llama “Proyecto de Internacionalización de la Universidad de Yale.” No es que no tenga entre sus 11 000 estudiantes a extranjeros, solo que su nueva misión es extender la mano a los alumnos más talentosos de los países en vías de desarrollo. Junto a Harvard y Stanford, Yale ostenta la categoría de ser una de las tres mejores universidades de Estados Unidos.
Es un inmenso complejo en la ciudad de New Haven, que tiene joyas arquitectónicas únicas como una iglesia convertida en biblioteca y otra biblioteca con ventanales de mármol con el fin de conservar los 12 millones de libros que atesora y de los cuales se benefician los alumnos.
Un centro de enseñanza de artes liberales ofrece diversas oportunidades. Aunque la facultad para estudiantes de pregrado no tiene la especialidad de negocios, sus alumnos salen preparados para seguir carreras en varias ramas, incluyendo negocios. Negocios está como un masterado, con un detalle atractivo aún: para los masterados no hay edad límite.
La educación en artes liberales ofrece clases en diferentes áreas. Éstas ayudan a los estudiantes a desarrollar su capacidad de liderazgo, de comunicación, y de conceptualización global en un ambiente muy diverso.
“Los dos primeros años son diseñados para que aprendan más cómo superar problemas. A partir del tercer año escogen la carrera, que puede ser leyes, medicina, enfermería, música, arte, drama...”, dice Joao Aleixo, director asociado de la oficina de Asuntos Internacionales de la Universidad.
Por la escuela de drama, por ejemplo, han pasado Meryl Streep, Jodie Foster, Paul Newman, y Sigourney Weaver, entre otros, recuerda Aleixo.
Quito desde el año pasado es parte del circuito de contadas ciudades a las que Yale escogió para sus programas de verano dentro de su proyecto de internacionalización. Hacia allá va un grupo de estudiantes a mejorar su español, conocer más de la cultura y tener más propiedad a la hora de hablar del país. El próximo año también se contempla que otros estudiantes vayan a Ecuador.
“Lo que veo es que tenemos más estudiantes de México cuando se estudia el masterado sobre cultura Maya, y una de las cosas que más confunde a los padres de familia es que sólo quieren carreras tradicionales para sus hijos y les inquieta saber que cuando estos estudian una carrera no la practican, pero aquí las opciones son muchas y contemporáneas”, asegura Mary Miller, profesora de Historia del Arte.
Si se habla de estudiantes de Latinoamérica en la Escuela Forestal y Estudios Ambientales, la mayoría viene de Brasil y Costa Rica, según la especialista Florencia Montagnini. Carola Borja es una estudiante ecuatoriana que ya obtuvo el masterado en manejo ambiental. Ella vino hace 11 años a Estados Unidos tras ganarse una beca para un año de intercambio.
Una familia estadounidense y la sociedad religiosa de Quakers de Moorestown en Nueva Jersey la ayudaron a continuar sus estudios en Burlington County College y luego en Hood College hasta que llegó a Yale. “Se estudia mucho pero el trabajo resulta muy gratificante. La experiencia académica que tuve en Yale fue increíble. La volvería a repetir,” señala.
Eduardo Zambrano, médico guayaquileño graduado en la Universidad Católica, es desde hace cuatro años profesor asistente de Patología en la Universidad Yale.
“Cuando decidí ejercer mi profesión en EE.UU. tomé los exámenes de licenciatura médica, y me interesó venir a Yale por su gran prestigio. Oportunidades hay, pero se requiere demostrar excelencia. En Patología Yale es muy competitiva en el mundo”.
Como ejemplo, recuerda: “Cada año recibimos 700 solicitudes para residencia médica, solo se entrevistan a 60 y al final son aceptadas solo siete personas”.
La oferta educativa
Cada residencia universitaria tiene un gimnasio y restaurantes, en algunos casos abiertos 24 horas al día y siete días a la semana durante la época de estudios. Algunas incluso tienen sala de cine.
Dentro del Programa World Fellows, durante cuatro meses, 18 líderes que se hayan destacado llegan a Yale para compartir experiencias y ganar más destrezas. Este es un programa completamente cubierto por Yale.
Yale ofrece cursos en más de 50 idiomas y más de 1 600 se relacionan con asuntos internacionales. El 41% de chicos está por la licenciatura y tiene becas completas o parciales, mientras el 15% de todo el alumnado es extranjero.
Punto de vista
Linda Koch Lorimer. Vicepresidenta de Yale
‘Ahora la política es más generosa”
Nuestra política de admisión es inusual. Yale College ofrece “needs-blind admissions” a aplicantes internacionales. Es decir, son elegibles para recibir ayuda financiera.
Por ejemplo, si alguien de Ecuador es admitido en uno de nuestros 40 programas va a ser por sus excelentes notas, cualidades y capacidad académica e intelectual.
Si la familia de un alumno tiene un ingreso anual de USD 45 000 o menos, sus padres no tienen que hacer ninguna contribución financiera. Si tiene un ingreso anual de hasta USD 60 000, la contribución es reducida.
Todos los programas de doctorado o PhD son gratis, e incluyen un sueldo de USD 20 000 por año.
Para que nuestro proyecto de internacionalización funcione, hace dos años creamos la Oficina de Estudiantes Extranjeros. Nuestra misión es atraer a gente brillante.
Cuatro de los últimos seis presidentes de EE.UU. se educaron en Yale, la Primera Ministra de Asuntos Exteriores de Japón, el Presidente de la Corte de Justicia de China...