Para trabajar allá se necesita la certificación de una universidad local, y el puesto más alto al que se puede aspirar es el de técnico, cuenta un ingeniero que migró por su cuenta.
MA. TERESA MONTAÑO / CORRESPONSAL El Universal
Martes 16 de diciembre de 2008
TOLUCA, Méx.— Omar Cerpa es un ingeniero automotriz originario del estado de México que actualmente vive en Calgary, Alberta, intentando “certificar” su profesión, lo que no sólo es costoso sino también engorroso, pues asegura que el sueño canadiense es tan inalcanzable para los profesionistas mexicanos como lo es para cualquier jornalero en Estados Unidos el sueño americano.
Resulta que lavar platos en restaurantes, pubs o bares en Canadá puede ser más remunerable para un profesionista mexicano que intentar obtener una plaza en cualquier empresa, donde a lo que más pueden aspirar es a un puesto equivalente a “técnico” en México.
Y es que tras meses enteros de esperar que la Secretaría del Trabajo del gobierno mexiquense abriera el registro a profesionistas que desearan laborar allá, finalmente decidió probar suerte por su cuenta: tomó maletas y viajó por sus propios medios.
En una carta vía internet enviada a esta reportera, con quien se mantuvo en contacto para recibir cualquier información sobre el programa que tenía preparado la Secretaría del Trabajo —el cual se aplazó idefinidamente debido a la crisis económica—, Omar platica su historia y cómo un ingeniero en Canadá, aun con manejo de inglés, está en total desventaja en un país del primer mundo como ése, donde la certificación de profesión es costosísima, casi inalcanzable.
Asegura que sus ingresos en México eran de 18 mil pesos mensuales, poco para su alto nivel aquí, por lo que aprovechando su soltería y la expectativa generada por la Secretaría del Trabajo, viajó a Calgary sin saber que su profesión de ingeniero no vale nada si no está certificada por una universidad canadiense.
Asegura haber investigado previamente lo que se requería para viajar a Canadá a través de la Secretaría del Trabajo, y le pareció demasiado engorroso.
“En lugar de esperar tantos trámites que se hacen en Mexico para intentar trabajar en Canadá, decidí venir a ver por mis propios medios y en este momento estoy como estudiante en Calgary, Alberta. He investigado y he visto los trámites que hacen algunas compañías. La verdad estoy preocupado por los mexicanos que deciden venir a Canadá. Muchas veces sólo sobreviven en este país”, señala.
Omar asegura que piensa regresar a México pero no sabe exactamente cuándo, ya que ahora la crisis financiera mundial pone en graves aprietos a todos los migrantes mexicanos, estén en Canadá, en Estados Unidos o en cualquier otro país.
En febrero próximo Omar intentará ingresar a la Universidad de Calgary para certificar sus estudios en México, pero las expectativas de éxito son difíciles de calcular.
“Ahora intentaré ser universitario aquí en Canadá en febrero, pero la verdad es un trámite demasiado grande ya que debes saber perfectamente inglés, tener demasiado dinero para entrar a la universidad y, claro, hacer un examen para certificarte como ingeniero y aun así todos los ingenieros que he conocido, aquí el mayor puesto que tienen es de técnico, aunque sepan más de dos idiomas. Sí ganan más que en México, pero no es tan fácil. Lo que hace la mayoría es estar trabajando lavando platos. Ganan más que como ingenieros en México, pero también así gastan”, señala en su correo electrónico.
La Secretaría del Trabajo del gobierno mexiquense anunció el fin de semana que el programa piloto para contratar a entre 2 mil 500 y 3 mil profesionistas —en áreas financieras, ingenierías y turismo— y albañiles, quedaba suspendido indefinidamente por la crisis económica.